Los intereses actuales y las necesidades principales de las comunidades en muchas ocasiones son dejados de lado al momento de la planeación de las actividades en los museos, por ejemplo, en los proyectos expositivos, educativos o eventos artísticos y culturales, esto provoca que se abra cada vez más la brecha entre públicos y museos y se desvincule a las personas de las experiencias, y del contenido expuesto, generando una falta de representación de las comunidades en los espacios museales.
Si pensamos en que estos recintos no sólo sean un testimonio inmutable para observarse desde fuera, sino que, tengan la capacidad de transformarse junto con sus comunidades, este laboratorio será el lugar idóneo para generar estrategias y metodologías de colaboración con las comunidades creando así museos más inclusivos en donde diversos saberes se unan para co-crear proyectos sociales y culturales que aporten nuevas perspectivas y sirvan como ejemplo para establecer una comunicación amplia y abierta entre las personas y sus herencias culturales.